El rodaje del último capítulo de la serie se realizó en tres locaciones icónicas de la ciudad de Córdoba: los exteriores del Paseo del Buen Pastor, la Iglesia de los Capuchinos y el Palacio Ferreyra. En un enorme trabajo de producción, un elenco de 15 artistas, junto con el equipo técnico, estuvieron recorriendo las calles de Nueva Córdoba para recrear la espectacular fuga de 26 presas políticas de la Cárcel de Mujeres del Buen Pastor.